Con invitados como Melero, Coleman y Aldana, el trío de electrónica Intima presenta su cuarto disco: "Revolver Club".
La crema y nata del rock local (y también del pop, el punk y hasta el tecno) ha prestado su voz en pos del baile. En un disco que merodea el auge colaborativo en estos tiempos del 2.0, el trío Intima capturó las voces de un equipo selecto para cantar sobre las bases de Revolver Club: Richard Coleman, Daniel Melero, Cristian Aldana (El Otro Yo), Miguel Silver (de Spitfire), la neo diva Denise Murz y Diego Baus (Pánico Ramírez), son algunos de los que aceptaron el desafío.
Breakbeat, drum & bass. Olor a rave. Desde el año 2000, el baterista Carlos Solá, el dj y programador Salvador Reynoso y el bajista Sebastián Cohn han absorbido la energía de los géneros más rabiosos del dance para tocarlos en vivo. Como si se tratara de encontrar un eslabón perdido, "la búsqueda del loop humano", como dice Carlos, fue su leit motiv. Traducir beats sintéticos en "música con tracción a sangre". Por su beligerancia en vivo (y sus shows shockeantes en festivales como el Cosquín cordobés o Electro Park, en Resistencia), les han puesto el mote de "los Prodigy de Sudamérica". Y lo han sabido defender.
Para su cuarto disco, Intima (el nombre que surgió del comprimido "Instrumentos Timbricos Manuales") se planteó una misión: condensar las voces de una destacada selección de invitados: desde Daniel Melero (Cielos vacíos) o Miguel Silver (de Spitfire, en Control) hasta Richard Coleman (en A filtrar), grabaron para que Intima manipulara e incrustara su aporte sobre sus estridentes canciones.
-¿Cómo trabajaron puntualmente en este disco?
Salvador: -Buscamos un sonido más groovero, por decirlo de alguna manera. Antes, Intima sonaba más virulento. La carga enérgica sigue estando presente, es nuestra característica. Algo muy importante es que decidimos no usar samples. Los invitados grabaron y después los sampleamos.
-¿Ustedes les dieron las líricas?
Sebastián: -Para la mayoría fue un juego de improvisar. Y no hay un tema que haya quedado con las pistas que grabaron ellos.
Carlos: -Era importante sacarlos del lugar de cantantes y recontextualizarlos. Una de las cosas más lindas fue el voto de confianza de los invitados. Gente con mucha carrera, que son muy cuidadosos en lo que hacen. Coleman debe ser una de las pocas experiencias electrónicas que hizo. Después, Melero. Y Aldana.
Actualmente, muchas bandas electrónicas incorporan músculos a sus formatos. En ese sentido, el background con crossover entre el escenario del rock y el dancefloor que trae Intima los instala como precursores. "El disparador del disco fue un encuentro con Cristian Aldana, de El Otro Yo, en un festival en Ferro", recuerdan. "No teníamos idea de trabajar con cantantes y Aldana (que canta en La voz de un sueño) nos recomendó convocar a Diego Vainer como productor artístico. El comprendió nuestro proceso de trabajo y se acopló para potenciar todo. Su manera de escuchar, los matices que encontró en las voces... Sumó muchísimo. El orden de los temas lo pensó como un transcurrir desde el atardecer y el anochecer, y es indiscutible".
La presentación del disco será el 18 de junio en Niceto. Ahí, las voces invitadas se corporizarán: "También hay artistas emergentes que están creciendo como Diego Baus, de Pánico Ramírez. O Israel, que ya había colaborado con nosotros, y que viene del reggae, un género más bien cerrado", comenta Solá. Con certeza, Salvador cierra: "Este disco de Intima ya no es una cruza, es más bien un engendro".
Por: Mariano Del Águila para el Suplemento Sí de Clarín
Breakbeat, drum & bass. Olor a rave. Desde el año 2000, el baterista Carlos Solá, el dj y programador Salvador Reynoso y el bajista Sebastián Cohn han absorbido la energía de los géneros más rabiosos del dance para tocarlos en vivo. Como si se tratara de encontrar un eslabón perdido, "la búsqueda del loop humano", como dice Carlos, fue su leit motiv. Traducir beats sintéticos en "música con tracción a sangre". Por su beligerancia en vivo (y sus shows shockeantes en festivales como el Cosquín cordobés o Electro Park, en Resistencia), les han puesto el mote de "los Prodigy de Sudamérica". Y lo han sabido defender.
Para su cuarto disco, Intima (el nombre que surgió del comprimido "Instrumentos Timbricos Manuales") se planteó una misión: condensar las voces de una destacada selección de invitados: desde Daniel Melero (Cielos vacíos) o Miguel Silver (de Spitfire, en Control) hasta Richard Coleman (en A filtrar), grabaron para que Intima manipulara e incrustara su aporte sobre sus estridentes canciones.
-¿Cómo trabajaron puntualmente en este disco?
Salvador: -Buscamos un sonido más groovero, por decirlo de alguna manera. Antes, Intima sonaba más virulento. La carga enérgica sigue estando presente, es nuestra característica. Algo muy importante es que decidimos no usar samples. Los invitados grabaron y después los sampleamos.
-¿Ustedes les dieron las líricas?
Sebastián: -Para la mayoría fue un juego de improvisar. Y no hay un tema que haya quedado con las pistas que grabaron ellos.
Carlos: -Era importante sacarlos del lugar de cantantes y recontextualizarlos. Una de las cosas más lindas fue el voto de confianza de los invitados. Gente con mucha carrera, que son muy cuidadosos en lo que hacen. Coleman debe ser una de las pocas experiencias electrónicas que hizo. Después, Melero. Y Aldana.
Actualmente, muchas bandas electrónicas incorporan músculos a sus formatos. En ese sentido, el background con crossover entre el escenario del rock y el dancefloor que trae Intima los instala como precursores. "El disparador del disco fue un encuentro con Cristian Aldana, de El Otro Yo, en un festival en Ferro", recuerdan. "No teníamos idea de trabajar con cantantes y Aldana (que canta en La voz de un sueño) nos recomendó convocar a Diego Vainer como productor artístico. El comprendió nuestro proceso de trabajo y se acopló para potenciar todo. Su manera de escuchar, los matices que encontró en las voces... Sumó muchísimo. El orden de los temas lo pensó como un transcurrir desde el atardecer y el anochecer, y es indiscutible".
La presentación del disco será el 18 de junio en Niceto. Ahí, las voces invitadas se corporizarán: "También hay artistas emergentes que están creciendo como Diego Baus, de Pánico Ramírez. O Israel, que ya había colaborado con nosotros, y que viene del reggae, un género más bien cerrado", comenta Solá. Con certeza, Salvador cierra: "Este disco de Intima ya no es una cruza, es más bien un engendro".
Por: Mariano Del Águila para el Suplemento Sí de Clarín
1 comentario:
Demasiada ansiedad que canalizo con cigarrillos...xD
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