Dos adolescentes ochentosos

Desde muy chico empecé en el circuito underground porteño a tocar: el Parakultural, Arlequines, Zona Cyborg, El viejo correo, La luna, Teatro Santa María, etc. Se abría ante mí toda una serie de experiencias y conocimientos nuevos, siempre fuí en busca de lo distinto, genuino, original del rock local. Si bien solistas y bandas en el pasado nos dejaron un buen legado a las nuevas generaciones, queria transferir y saciar mi sed con algo presente,y fue en un compleaños donde al acercarme al equipo de música a chusmear cassetes, que era lo que su usaba, y algunos vinilos ,ví un maxi en vinilo que decia Massacre Palestina. Saqué el cassete de Depeche Mode, toda la pista se detuvo, se hizo un silencio absoluto, sentí como todas las cabezas giraron en torno a la dirección del centro musical buscando al culpable de haber detenido la fiesta, ya tenía a la anfitriona a mis espaldas diciéndome en tono amenazante ¿qué hacés? En esa época tomaba una bebida llamada Pineral, que -a decir verdad- me daba cierta valentía extra para realizar ese y otro tipo de actos que no vienen al caso. Ruido de púa ,subí el volumen y sonó Papel Floreado. Me sentí muy bien cuando a partir del primer acorde el bullicio y movimiento se reactivaron en la fiesta, esperé hasta que todos se fueron para escuchar una y otra vez solo con la anfitriona ese disco que terminó con una búsqueda y un sonido que hasta el día de hoy acompaña mis días. En los años que vinieron me empecé a cruzar con ellos en distintos escenarios, los comencé a seguir y, en cierta forma, Walas fue una especie de padrino psico-hardcore-punk, alentándome, cuidándome, y siempre pasándome buenas bandas para que escuche y agrande mi conocimiento: así descubrí Circle Jercks, Tsol, Black Flag,y por su puesto un gran legado Greateful Dead. Todo esto pasó antes de entrar a tocar a El Otro Yo, en mi interior sabía que tarde o temprano Massacre iba a tener su momento, y que era una banda que en silencio en el pasado y ahora ya de público conocimiento fue fuente de inspiración e influencia de la mayoría de las bandas que hoy desde aquellos primeros años vienen trabajando en la escena, de ahí en mas siempre y en muchas ocasiones pensábamos hacer algo juntos. Walas me parece una de las mejores voces que nuestro rock dió ,su personalidad llena de contagiosa energía, misticismo y humor me llamó y sigue llamándome poderosamente la atención, de ahí una cosa llevó a la otra, a que me inviten a tocar en sus años un tema en la batería y otro en la guitarra y voz, un show inolvidable, de invitarlo a los 20 años de EOY, y el año pasado a tocar un show completo en el cual por cuestiones de fuerza mayor Charly Carnota no podía estar, así que me llamaron, hicimos dos ensayos, y tocamos. La química, la alegría y el rock que disparamos esa noche en Petecos de Temperley fueron increíbles, y su público flasheó con la propuesta sabiendo que era algo que quizás nunca se vuelva a repetir. Debo decir que aceleré- como es mi estilo- un poquito todas las canciones, jejejeje. De ahí en mas estamos siempre en contacto y en esta nueva etapa de productor que me toca transitar y como docente dando clases de batería, Massacre siempre es una materia a estudiar, de donde aprender, y por supuesto, aprobar.
Un abrazo, Walas! - Ray

[Ray Fajardo fue baterista de Chiquero y hace 15 años toca con El Otro Yo. También está lanzándose como productor de bandas y dá clases de batería.]

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