Suscribite

RSS

Apoyado por...

Powered by Blogger

martes, 10 de agosto de 2010

Un proyecto para ser escuchado

Mañana se cumplirá un mes desde que el proyecto de ley nacional de la música ingresó por la mesa de entradas de la Cámara alta al Congreso de la Nación, con la firma de los senadores Miguel Angel Pichetto, Nicolás Fernández, Daniel Filmus, Blanca Osuna, Marcelo Fuentes, Eric Calcagno y Marina Riofrío. ¿De qué dependerá el futuro de esta ley? Del tiempo, de la coyuntura política y, sobre todo, de la importancia nacional de otros temas que deban tener tratamiento en tablas de aquí en más.

Este proyecto trata de una normativa de subsidio y fomento de la actividad musical, que se llevará adelante a partir de la creación del Instituto Nacional de la Música (Inamu). Como sucedió con propuestas anteriores, está inspirado en las leyes del cine y el teatro.

Sirve recordar que este proyecto surgió cuando se reglamentó el Estatuto del Músico Profesional por decreto 520/05 del Poder Ejecutivo, normativa laboral que terminó derogada.

"Esa fue la primera vez que nos juntamos para generar un derecho, como tienen el teatro y el cine -dice Cristian Aldana, uno de los redactores del proyecto-. Poder tocar más en vivo, generar producciones, tener más espacio en los medios: no sé si el Instituto nos va a resolver todo, pero es un primer paso. Luego vamos a buscar más financiamiento. Lo más importante es que los músicos siguen adhiriendo al proyecto, que se viene trabajando desde hace 4 años. Ya participaron 5000 músicos de todo el país", dice este integrante de Músicos Argentinos Convocados.

La creación de una entidad de estas características, con tantas estructuras que de allí se desprenden, puede sonar como la llegada de un nuevo gigante de la burocracia. Claro que, si se plantea y administra correctamente, los resultados pueden ser provechosos para los músicos. Basta con observar la actualidad de la actividad del cine y el teatro (que tienen sus leyes e institutos desde hace años) y compararlas con la musical, para darse cuenta de los muy buenos resultados.

Según se establece en uno de los artículos del proyecto de la música, sólo el 15 por ciento de la recaudación sería destinado a gastos administrativos del Inamu; el resto será para fomentar la actividad. Se crearán sedes en cinco regiones (Centro, Nuevo Cuyo, NEA, Patagónica y NOA). Los músicos podrán recibir subsidios para proyectos discográficos o de difusión; para eso, deberán estar inscriptos en el Registro Nacional de Músicos y Agrupaciones Musicales. La inscripción será gratuita y mediante declaración jurada (sin ningún tipo de examen previo, como requería el estatuto del músico profesional).

Las sedes de cada región, según el proyecto, contarán con centros de producción musical en tres áreas de trabajo: música en vivo, grabada y difusión.

Cómo financiar al Inamu

Igualmente, el proyecto ya tiene objeciones de entidades como el Sindicato Argentino de Músicos (Sadem). Lejos de sentirse amedrentados, los creadores de este proyecto refutan la posición del sindicato. Uno de los principales cuestionamientos del Sadem es que la ley no incluye el derecho del músico como trabajador. La respuesta de los Músicos Argentinos Convocados es que habrá una segunda parte de esta propuesta que apunte a este marco.

Otro de los puntos flojos, según el sindicato, es el financiamiento del Inamu. Sin duda, para toda ley de fomento este es un tema complicado. Este tipo de proyectos tiene un desarrollo de forma en la Cámara alta, pero el tratamiento impositivo y de nuevos gravámenes se analiza en la de diputados. En los cuatro años que llevó la elaboración de este proyecto hubo varias ideas para la creación de recursos para el Inamu (una de ellas fue el gravamen al soporte virgen); sin embargo, la salvación parece haber llegado con el artículo 97 de la ley de servicios audiovisuales. De los fondos obtenidos por el ente recaudador, el 2 por ciento estará destinado al Instituto Nacional de la Música. Esos fondos deberán estar complementados con otros ingresos incluidos en el proyecto de ley para la música.

"El principal problema que tiene este proyecto es que se trata de una ley desfinanciada", dice el secretario general de Sadem, Ricardo Vernazza. "De todas formas, la peor decisión es pelearnos entre todos. Eso no lo vamos a hacer; por eso vamos a ver cómo seguimos, qué camino tomamos desde el Consejo Federal de la Música", dice el titular del sindicato.

"Con lo que hoy recauda el Comfer, al instituto [Inamu] le corresponderían 5.800.000 pesos por año. De eso, sólo unos 2 millones serían destinados a la música en vivo, que es lo que a nosotros más nos interesa como sindicato porque es lo que hoy genera trabajo para el músico. Pensá que Proteatro sólo para Buenos Aires tiene asignados 3 millones y necesita más."

Según los argumentos de Músicos Argentinos Convocados, "Sadem en su razonamiento ignora el fuerte aumento de los recursos que generará la implementación de la nueva ley de servicios que probablemente, y siendo muy prudentes, duplique o triplique lo recaudado", actualmente por el Comfer. "Para señalar un dato, si el Instituto Nacional de la Música hubiese existido cuando se estaba debatiendo la ley de servicios, el porcentaje que se hubiese conseguido no habría sido inferior al 15 por ciento, dado que para el Instituto Nacional del Teatro, que no está relacionado específicamente con los medios audiovisuales, logró el 10". A esto se puede agregar que para el Instituto de Cine y Artes Audiovisuales corresponde, según esa ley, por lo menos el 25 por ciento.

Lo que se proponen las autoridades de Sadem es que el ingreso para la financiación llegue desde un porcentaje de lo que las empresas aportan por impuesto a las ganancias, a modo de mecenazgo. "Lo consultamos con gente de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y podría ser viable. Estamos haciendo consultas para ver qué camino transitar", dice Vernazza.

Evidentemente, el camino hacia una ley de la música no está allanado, pero está.

Mauro Apicella - Diario La Nación - Foto: Silvana Colombo

No hay comentarios.: