Del amor al odio...

El Otro Yo vive el colmo del narcisismo. El grupo bonaerense publicó el disco Ailabiu EOY, y del otro lado de la línea está Christian Aldana para fundamentar la ¿humorada? “Es un homenaje a la banda, aunque te confieso que también pensamos ponerle Yo odio a EOY”, dice el cantante y guitarrista.

–¿En qué ocasiones odiás a tu grupo?
–Cuando se desgastan las relaciones humanas y tenés que ponerle huevos para salir adelante. En todos los grupos humanos hay que remarla.

–¿Qué vida útil tiene un grupo de rock? EOY va por los 20 años, ¿no es demasiado?
–No creo. Veo a los Rolling Stones y a AC/DC que siguen tocando. Depende de lo que te haga bien. A mí, EOY me sigue dando satisfacciones. Ése es el motor. EOY me permite tocar con mi hermana, conocer un montón de gente, sentir satisfacción al ver que una canción le produce algo a alguien. Entramos al año 21° y no, no me parece demasiado.

Ailabiu EOY comienza con Siempre fui yo un power pop que exalta la autenticidad, pero al final dice “si sigo haciendo la verdad, un precipicio espera”. Es como que mata ser honesto pero tampoco es cuestión de caer en el “sincericidio”. Aldana: “Habla de la relación dialéctica entre verdad y mentira. El planteo sería ¿estamos preparados para escuchar la verdad? El mundo se mueve desde un lugar hipócrita. Dentro la verdad están todas las mentiras que uno actúa. El sistema te obliga a caretearla. Si uno dice todo lo que siente, por las cosas que el sistema espera, te caés en un precipicio. No le podés decir a tu novia ‘sos divina pero tu hermana está mejor’ (risas)”.

–¿EOY hace un rock que ya no se hace? ¿Son alternativos a pesar suyo?
–Buscamos innovar en cada disco, jugar a la vanguardia. Aquí nos volvemos a salir con la nuestra. Con un disco de 10 temas en el que volvemos a coquetear con las máquinas y planteamos una movida de red social en nuestra página. También proponemos EOYTV, un canal de EOY. Así como hicimos un disco triple, o cuando grabamos en la cabina del Dodge Polara, ahora vamos de lleno por lo de la red social mediante un disco adictivo. Tratamos de vislumbrar lo que se hará en el futuro, en ese sentido somos alternativos. Seguimos utilizando Facebook, MySpace y Fotolog como satélites a nuestra página. Tenemos en claro que la info que subimos allí les permite a ellos ganar usuarios para hacer sus negocios.

–¿Qué decir de la salida de Ray, su ex baterista?
–Generamos una amistad muy fuerte y cuando decidió alejarse fue en buenos términos. Siempre cuando alguien se va y vos seguís, es como volver empezar.

Germán Arrascaeta para La Voz