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miércoles, 5 de agosto de 2009

Nacido para golpear

Ryan Ferri and the Popurrits están en la cresta de la ola. Su furor no tiene precedente. Ryan está cantando en un estadio colmado. Es el último show de la gira norteamericana. Obviamente, para el final guardó su caballito de batalla, un set de canciones de Europe. Después, en la intimidad del camarín, se tirará a tomar su fernet con cola. Impredecible, el tipo tomará el dinero de la recaudación y se perderá para siempre. ¿Los Popurrits? Alguien vio a uno de ellos en un bar de mala muerte de Nueva Orleáns, cantando por la Coca y el hot dog. Historias como éstas surgen en las giras de El Otro Yo y hasta hay constancia de apócrifos y demenciales videos. Con ustedes, Raimundo Fajardo, Ray para todo el mundo, el protagonista exclusivo de esta historia. Hoy no es el baterista del cuarteto, el que de atrás maneja en silencio los hilos de la aplanadora alternativa del rock independiente.

Su relato empieza como una típica película biográfica de alguna vieja estrella del rock, pero ni sueñen con glamour. Ray sigue siendo el mismo pibe de barrio que un día se abrazó a la bata, otro a los Ramones y, finalmente, a El Otro Yo, su máximo orgullo. Si hasta es difícil sacarlo de su actualidad y transportarlo a tiempos idos.

A los 5 años, Fajardito ya juntaba tachos y cacerolas para hacer el mayor ruido posible. En realidad, en la casa de Burzaco nadie se inquietó... hasta que cumplió 11 años. "Mis viejos me quisieron enderezar un poco y me mandaron a estudiar piano -recuerda Ray-. No les hice caso y, para peor, a un amigo que vivía en frente de casa le regalaron una batería de juguete. Teníamos 11 años y ni sabíamos lo que hacíamos. Tocábamos arriba de los discos de Kiss, Queen, los Beatles. A los 14, la cosa tomó otro color. Me uní a varias bandas y empecé a tocar en el Parakultural, Die Schule, la Luna, en la zona sur. Estaba en cinco bandas, porque quería tocar todos los fines de semana."

De gira, a los 15

Adolescente rebelde, las diarias peleas con sus padres llegaron a punto de caramelo el día que se fue de gira con su banda heavy, Distorsión, y con Lethal. "Tenía 15 años, imaginate lo que fue. Paró el bondi con 20 peludos en la puerta de casa y yo, inocente, lo único que dije fue Chau mamá, nos vemos pronto. Para Ray, los tachos primero y el instrumento después, es lo único innato en su vida. "Pasaron amigos, novias, grupos, pero la batería siempre estuvo conmigo. Es como el fútbol." Y ahora la voz y la guitarra, debería agregar.

Inquieto, aprendiz voraz, el chico que dejó Burzaco por José Mármol (el Sur es su mundo) se animó a sacar su primer álbum solista. Se llama Hobby y el nombre lo dice todo. "En realidad, le tomé el gustito cuando hicimos el disco triple."

Cuando aún era un trío, la banda decidió sacar El Otro Yo del Otro Yo , un álbum triple que, en realidad, se trató de experimentos solistas de sus integrantes: Cristian y María Fernanda Aldana y nuestro personaje. "El mío se llamó Esencia . En el momento de grabarlo no tenía ninguna canción, eran letras que iban a formar parte de El mar alado , un librito de poesías que edité en 1999. Después empecé a grabar algunas ideas, en paralelo con mi trabajo con la banda. Es como llegar a casa después de haber tocado con El Otro Yo pero, en vez de ponerme a ver televisión, agarro una guitarra, enciendo la porta y me pongo a grabar. Eso hizo que llegara a tener muchas canciones y optara por sacar algo. Es un canal más de expresión." Una y otra vez el tipo aclarará que es un baterista, que esta clase de incursiones sirve como aprendizaje, que le salieron 12 canciones tranquilas, acústicas, típicas del después de hora , aunque le gustaría encarar algo más enérgico y distorsionado. "La batería siempre va a ser mi territorio, pero me gusta el desafío de tomar un instrumento que nunca toqué y hacerlo sonar de alguna manera o pensar un arreglo. El disco es el título, un hobby, no tiene una ambición artística. Lo grabé y ya me olvidé, ni pienso en tocarlo."

Que sirva como disparador, ése es el humilde propósito del autor. "No lo veo como una obra terminada. Alguien que lo escucha puede tomarlo como intención y a partir de ahí hacer una buena canción o una linda poesía. Sé que no soy cantante ni guitarrista, por eso me concentré en transmitir sentimientos."

Ray se pone serio, analítico, pero no hay apuro, ya va a cortar con algún chiste. "Lo mío es El Otro Yo, así que este proyecto solista se puede definir como Lo Otro -disparará-. Pero, en serio, esto no es casual, porque siempre traté de aprender de los grandes bateristas, de tipos superversátiles como Ringo Starr y Keith Moon. En la banda tenemos una frase, no importa quién haga el gol, el tema es que se convierta para después gritar todos juntos."

Imaginen un currículum de R. F. En el casillero de estudios cursados, una duda más grande que una casa. Lo suyo siempre fue callejero, a pura práctica y percepción. "Nunca pude estudiar música, me resulta muy matemático, si bien aprendí a leer mirando a otros bateros. De chico, un conocido del barrio quiso darme una clase. Fui un día a la casa, me pasó una partitura de The Police y me dijo que volviera a la semana. Lo que hice fue escuchar el tema y aprenderlo de memoria. Fui a su casa, puse la partitura y él pensó que la estaba leyendo, hasta que en un momento fue imposible seguir tocando igual, me mandé un invento y se dio cuenta de que le estaba mintiendo. Dejamos la música a un lado y nos pusimos a hablar de otras cosas."

Sebastián Espósito para La Nación - 5/10/2001

Perfil del personaje

  • Toca la batería desde que tiene memoria y, lejos de dejarse intimidar por sus padres, que no tomaban en serio su vocación, experimentó su primer triunfo en 1994, cuando se sumó a El Otro Yo
  • La banda que comanda Cristian Aldana es su gran orgullo, pero aún así se anima a ir por más. Acaba de editar su primer álbum solista, donde optó por tomar la guitarra e interpretar sus canciones.
  • Ramonero de ley, arquero en sus ratos libres (si hasta jugó en Brown, de Adrogué) y vecino del sur del Gran Buenos Aires, prefiere esconderse detrás de esa imagen de antipático que causa a primera vista.

1 comentario:

Nicolas Delarge dijo...

esperemos que cumpla el señor peligro
y que cuando se empiezen a escuchar unas distorsiones
aparesca el,
PELIGRO!