En "Ailabiu", El Otro Yo mantiene la fórmula pero prueba algunas novedades

Con su habitual estilo virado levemente hacia el pop, pero sin resignar potencia ni furia cuando es necesario, el grupo El Otro Yo lanzó "Ailabiu", el trabajo número 15 de su fructífera carrera.

adolescentes aniñados, los hermanos Aldana vuelven a la carga con un trabajo que lleva su personal sello, aunque con la novedad de haber grabado en México, en los estudios de Molotov, con el productor Paco Huidobro.

El mexicano -integrante de grupos como Fobia y Lo Odio y hermano de uno de los Molotov- parece haber sido el artífice de cierta novedad en cuanto al tratamiento sonoro del disco, en el que hay numerosas distorsiones -de guitarras y de voces- puestas al servicio de las melodías.

Acompañados por el efectivo baterista Ray Fajardo -en su última grabación antes de desvincularse de la banda en buenos términos -, el guitarrista Gabriel Guerrisi y el tecladista Diego Vainer; los Aldana siguen jugando a ser Peter Pans que desgranan un punk contagioso y soñador.

Cristian Aldana mezcla romance y espíritu adolescente en "Ailabiu" y "Rebelión", canta sobre una pareja que luego de separarse no sabe cómo resolver la tenencia de su perro en "Acuario" e ironiza sobre los avances de la medicina en "Célula madre".

Por su parte, su hermana María Fernanda habla de amor y viajes espaciales en "Astronauta" -una temática que también aparece en "Velero"-, de romances estivales con metáforas tecnológicas en "El verano" y de la fantasía de escapar a la locura de la urbe en "Sígueme".

Con impecable arte de tapa de Pablo Bisoglio, la placa volverá a conquistar el corazón y los oídos de los "otroyoianos" -como se denominan los seguidores del conjunto- y seducirá tanto a los que gustan del pop-rock más jugueton como a aquellos que añoren las melodías del rock independiente de los 90.