Vuelta de página

Luego de más de tres meses de ausencia, El Otro Yo se mostró nuevamente ante su público, el último domingo en La Trastienda Club. Con el debut tras los parches de Ricky Rua –ex Los Brujos-, interpretaron 28 canciones en 95 minutos de show.

Después de la salida de su histórico baterista, Raimundo Fajardo, en agosto pasado, la banda de Temperley exponía en sociedad a su nueva incorporación, Ricky Rua. Éste es el segundo ex integrante de Los Brujos en formar parte del grupo, tal como sucedió con Gabriel Guerrisi –guitarra- anteriormente. Rua era una de las dos voces de la recordada agrupación de los ’90 y se hacía llamar Mala-Yi. Ahora regresaba a su vieja función; es por eso que había mucha expectativa por su desempeño.

¿Qué tal el muchacho?

Tras su último concierto, el sábado 27 de junio en el Teatro Flores junto a Cadena Perpetua, El Otro Yo retomaba la actividad. Si bien los fans esperaban nuevas canciones, la banda había anunciado que repasaría todos sus clásicos. Es decir, para esta ocasión, la novedad era su reciente batero y no el estreno de composiciones.

A pesar de una pequeña demora, la banda logró que olvidaran rápidamente este retraso gracias a un demoledor arranque. Las cuatro canciones de su primer disco oficial, “Traka-Traka” (1994), “El zumbido”, “Que hay en tu corazón”, “Traka traka” y “La tetona”, generaron una adrenalina tremenda. Si a ello lo acompañamos con un sonido preciso, ajustado y violento, el inicio no podría haber sido mejor.

El contraste de toda esta energía punk eran sus vestimentas, que intentaban representar a las historias fantásticas de magos y hechiceros. Sin embargo, ciertos loops que se emitían desde los teclados inducían algunas coincidencias con su estética (todo muy psicodélico). Tanto los accesorios de cotillón –que utilizó el público- como el logo del grupo iluminado –la imagen central de su escenografía-, colaboraban con esta textura.

Vale mencionar que a Rúa se lo vio muy sólido y seguro en su puesto. Él sabe que reemplazar la figura de Ray no será sencillo, no solo porque está ocupando un lugar con historia sino por el talento que demostraba en cada una de sus presentaciones. “Caminando “, “10.000.000” y “Alegría” fueron tres melodías súper festejadas por la gente.

Meditando con Aldana

Cristian (guitarra y voz) no se había dirigido al público hasta el momento de la lectura de un texto. Entonces aprovechó esos minutos para compartir con su gente una reflexión que le había gustado sobre el amor, el odio, el presente y el futuro. A este instante lo acompañaron temas acordes a la situación: “Descripción”, “A volar” y “Paraíso”.

El próximo disco verá la luz antes de fin de año. En estos momentos, está siendo masterizado en Canadá por Harris Newmann –trabajó con Arcade Fire, entre otros- en el Estudio Grey Market Mastering. Previamente había sido producido en México D.F. y grabado en California. Parte de los espectadores tenían la esperanza de escuchar algún adelanto, aunque finalmente no tendrían esa suerte.

Sólo después de haber exteriorizado su alegría y de comentar que iban a tocar la última composición -“Canción del adiós”-, Aldana presentó en sociedad a Rua y al resto de los músicos. Luego los fans pidieron por una melodía más, pero la banda decidió saludar y retirarse hasta un siguiente show.

El gran interrogante de El Otro Yo se revelará al momento de la edición de su nuevo disco. Ahí nos enteraremos si giraron hacia un nuevo rumbo o si se mantuvieron en su línea. Ellos comentaron haber empezado una etapa diferente. Ya lo veremos.

Daniel Grosso
Redacción de El Acople