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lunes, 6 de junio de 2011

¡Diversión, sueños, nostalgia, tristeza, alegría! [Nonfreaks]

El Otro Yo dio un recital para la memoria, presentando “Ailabiu Eoy”, el último proyecto y recordando “Mundo” (1995).

Con mucha excitación, la gente esperaba la apertura de puertas, prevista para las 20.00, en la entrada del Salón Dorado de Unione e Benevolenza. Hubo que tener paciencia porque no se pudo entrar hasta las 22.00. Los fanáticos no se hicieron demasiado problema y supieron llevar la espera con cervezas, fernet y vinos de por medio. Si bien la cita tenía como principal fin presentar “Ailabiu Eoy”, era también una buena excusa para recordar muchos temas de “Mundo” (1995) y esto hizo que seguidores de hace mucho tiempo volvieran a revivir los recitales de El Otro Yo, que hacía tiempo que no veían.

Finalmente la espera terminó y El Otro Yo salió al escenario entre globos con A volar, canción de 1995 que logró esa mezcla de nostalgia, alegría, satisfacción y melancolía en cada uno de los fanáticos eternos de la banda. El inicio con un tema de los 90s sacó una sonrisa en el público e hizo que la noche empezara de forma inmejorable.

La ra lá
fue la segunda canción de la lista que dio continuidad al recuerdo de “Mundo”. Recién en el tercer tema, con Siempre fui yo, empezó la presentación de “Ailabiu Eoy”. A lo largo de la noche se intercalaron canciones nuevas con aquellas inmortales que están y estarán en la memoria de los seguidores de siempre.

Durante el show se dio un constante “viaje en el tiempo” con idas y vueltas que se reflejaban claramente en el rostro de los fans ante cada tema. Cuando sonaban canciones de “Mundo” como Llévame, 69, AD90, Tiburón, Extraterrestre Mira, Dibujito y Alegría, entre otras, era mayor la respuesta y se podía ver a aquel El Otro Yo de sus comienzos, generando una interacción entre la gente con pogos y mosh a la orden del día y con una felicidad extrema que se sentía en el aire.

Después de más de quince temas, Cristian Aldana dio paso a una reflexión con el público, contando una historia de celos “allá por los años 90s” con una novia de Quilmes a quien dejó en su casa y en vez de volver a Temperley, se quedó hasta las 7 de la mañana “cagándome de frío” porque “escuchaba en mi cabeza una voz que me decía ‘Hey tonto, ¿Dónde esta tu chica ahora?’”. Y ahí el se dio cuenta que los celos “son una mierda” y que “nadie es de nadie”, para luego decir que el amor es amor, que no hay que tener celos porque arruinan a la pareja y que “aguante John Lennon”. La historia, como era de esperar, dio pie a Hey Tonto. Más tarde, también contó la historia de Moquiento, y se mostró en contra de las drogas y de las pocas posibilidades que tienen los chicos pobres de salir adelante y no caer “en la mierda”.

Tras el sorteo de la guitarra autografiada por cada uno de los integrantes de la banda, para terminar con el show y poder interactuar aún más con el público llamaron a “bailarines” para tocar Velero y finalizar el recital junto a ocho fanáticos cantando y bailando la última canción sobre el escenario.

Y así cerro Unione e Benevolenza, dejando a los fanáticos satisfechos porque a la presentación de “Ailabiu Eoy” se la había robado “Mundo” con esas canciones que perduran en la mente de todos.

Cobertura: Macarena Machado y Bárbara Sciuto. - Nonfreaks

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