María Fernanda Aldana tenía 13 años cuando una señora y un señor llamaron a la puerta de su casa en Temperley para ofrecerle una oportunidad única. Le propusieron tocar el órgano en una banda, salir de gira, pagarle en efectivo. La banda era la de Omar Shané, un cantante de cumbia que causaba furor en las bailantas de los años 90. La condición era que tocara vestida de odalisca: el colmo. María dijo que no. "Gracias, pero a mí me gusta el rock", les explicó antes de que siguieran intentando convencerla. Aunque todavía era una nena, ya sabía lo que quería: eso significaba tocar en bandas que armaba con su hermano Cristian; quería rockear. "Lo peor que te puede pasar es corromper tu corazón que te dice", opina el hermano, veinte años después. "Hay algo en tu corazón que dice 'sí, seguro' o te dice 'no sé'. Cuando te dice 'no sé', es que no", reflexiona ella. "Para mí la esencia de El Otro Yo, lo que está intacto, es el amor por la música. Para mí, la música siempre estuvo ahí como mi mejor amiga y me ayudó en todas las crisis, en todos los problemas. Lo que quedó inmutable a través de los años es ese amor por la música".
Ese sentimiento fue el motor de una banda que muta y no se detiene y que quiere cada día más. Una familia que se arma y se desarma a través de los años, pero que siempre permanece unida. La nueva formación es el reflejo de esos encuentros y desencuentros. Cuando Ray Fajardo dejó su lugar en la batería en 2009, tomó los palillos Ricky Rúa; el segundo ex-Los Brujos. El antecedente de la integración con la mítica banda del sur bonaerense había sido el guitarrista Gabriel Guerrisi, el primer brujo en entrar a EOY, en 2007. A ellos cuatro se les suma Diego Vainer en sintetizadores, teclados y guitarra acústica. Y la energía se sigue contagiando.
-¿Algunas vez tienen momentos de mala onda?CRISTIAN ALDANA: Siempre, porque la vida es así. Nosotros somos una familia de gente muy buena alrededor, pero siempre hay conflictos y cosas para resolver. Una de las cosas que aprendimos es que, para sobrellevar cualquier problema, hay que dejar el ego de lado. Y no sólo con nuestra banda, sino con todo en general. Cuando vos dejás el ego de lado, hay una puerta que se abre y que es infinita. Desde ahí es como nosotros seguimos vivos, porque siempre hay cosas que resolver, pero cuando dejás el ego de lado es como que te sacás una mochila y empezás a hablar desde otro lado. Al final, todo se soluciona porque el objetivo siempre es el mismo, seguir con esta banda de rock con la que estamos hace un montón de años con mi hermana y amigos. Aparte ellos dos se conocen desde los 13 años.
MARÍA FERNANDA ALDANA: (Refiriéndose a Ricky y Gabriel) Y entre ellos son compadres.
RICKY RÚA: Yo me acuerdo cuando le dije a Gaby: "¿Formamos una banda?". "Dale, yo quiero tocar la batería", me dijo Gabriel, pero el padre le regaló una guitarra. Y Gabo (Manneli) quería tocar la guitarra, pero como ya la tenía Gaby, Gabo tocó el bajo. Ahí dije: "Bueno, yo toco la batería". Y aprendimos con la (revista) Toco y canto.
MARÍA: Es casi karmático lo de esta formación, porque con Gaby somos primos segundos, nos conocemos desde los 13 años, de vernos en shows, y, como somos todos de zona sur, salíamos a ver bandas juntos. Con Ricky también: compartíamos banda donde él tocaba la batería y yo el teclado. Después compartió banda con Cristian, así que a esta altura de la vida terminemos tocando juntos es casi karmático.
-Además de tocar, EOY tiene aplicaciones para iPhone, una línea de zapatillas y hasta un canal de televisión online. ¿Qué los entusiasma de generar otras cosas por fuera de la música?CRISTIAN: El grupo siempre tuvo una cosa con la vanguardia y creo que en este momento somos una punta de lanza de cómo se va a proyectar la nueva forma de relacionar la música con Internet. Armamos una red social que, hasta ahora, en el mundo, además de nosotros, sólo tienen Nine Inch Nails y Radiohead. Así que seríamos los terceros en el mundo en tenerla. Creo que eso está buenísimo porque es una forma de darle contenido a la cosa, porque si bien hay un montón de redes que te permiten subir tu contenido en forma gratuita, ellos usan tu información y tus contenidos para hacer un negocio, y terminan poniendo banners con propagandas. Nosotros pensamos que está bueno también marcar y mostrar cómo sería una trayectoria independiente autogestionada con Internet. Armar una red social, tener nuestro propio canal de televisión, que se llama EOY TV, donde nosotros mismos somos los dueños. Salimos nosotros a hacer las notas. Se genera una cosa divertida que, además, genera como una identidad propia y como una especie de comunidad con vida propia donde pasan un montón de cosas. Está bueno experimentar y probar. Ya regalamos un par de canciones adentro de nuestra página. Y también podés comprar la aplicación del iPhone, que es entretenido y lleva a un lugar hacia donde también está yendo todo.
-En una época en la que los discos se venden menos y se bajan más, está bueno encontrar otros generadores de ingresos para seguir viviendo de la música...CRISTIAN: Y, sí, porque vivir de la música no te quita la inspiración. Al contrario, si no podés comer de la música te ponés más flaco...
MARÍA: ...Y tampoco podés dedicarle tiempo a la música.
CRISTIAN: Más allá de eso, croe que está bueno experimentar con todas estas cosas. En nuestra red social ya hay más de ocho mil perfiles.
MARÍA: Aclaremos que no estamos haciendo un negocio con Internet; el objetivo es llegar a la gente desde otro lugar, no entra dinero por eso.
CRISTIAN: Todavía es un experimento, es muy nuevo.
MARÍA: Nos gusta relacionarnos con el público, siempre nos gustó. Cuando empezamos a tocar, hacíamos concursos y poníamos una urna donde los chicos ponían nombre, dirección, teléfono, y nos contaban cómo habían conocido al grupo. Siempre nos gustó conocer a la gente y ahora esto es buenísimo; es una herramienta que les permite subir los videos que les gustan, conocerse entre ellos para ir a los recitales, un montón de cosas.
CRISTIAN: Y lo bueno es que nosotros somos los que estamos direccionando todo, no hay un intermediario. Es divertido porque es directo. Eso pasa, por ejemplo, con EOY TV. Cuando subimos las primeras cosas, todos querían más y más.
-Con respecto al último disco, ¿por qué eligieron ponerle Ailabiu EOY y no I Love You...?CRISTIAN: Nosotros siempre tuvimos una cuestión con el inglés, en Mundo (1995), tenemos un tema que se llama "A.D. 90" que dice "no sé inglés, nada de política, nada de computación". Hay toda una generación identificada con eso. En los 90, gente que iba a la escuela y que no terminaba de aprender todo lo que le enseñaban. Y con el inglés siempre tuvimos algo... Por ejemplo, cuando hicimos el cover de Nirvana ("Territorial Pissings") lo pasamos al castellano porque queríamos rescatar que nosotros somos un grupo de rock en castellano. Y bueno, cuando surgió la idea de ponerle Ailabiu EOY al disco, que era una manera de decir "Yo amo a El Otro Yo", pensamos que estaba bueno el tema de que podemos decir "ailabiu" porque es una frase universal. Y aunque mucha gente no sepa inglés, la puede decir, pero lo ponemos con la fonética en castellano para decir "está bien, ponemos algo en inglés pero como suena".
-¿Qué opinan de la deformación del idioma?CRISTIAN: A mí me parece divertido y que está buenísimo como cuando (Diego) Capusotto hace el personaje que se enoja de cómo hablan los jóvenes, me encanta, cómo salen con los tips de cómo se habla hoy en día. Creo que eso también tiene que ver con la escritura, me lo tomo a risa, porque así como podés elegir qué ropa ponerte también podés elegir las palabras, con libertad, aunque después no se entienda nada (risas).
MARÍA: Con respecto a lo artístico en sí mismo, está bueno jugar, inventar idiomas. En yoga hay un ejercicio que se hace para destrabar, que también se aplica al arte: empezar a hablar en distintos idiomas como intentando. Se provoca algo interesante, como un exorcismo de las trabas que uno trae. Ojalá que en algún momento todos podamos entendernos sin las barreras del idioma, desde un lugar más amplio.
-Bueno, no hablar inglés actualmente te hace sentir excluido...
CRISTIAN: Parece que hoy, no saber inglés tiene que ver con ser ignorante, es como ser analfabeto, porque se te hace difícil comunicarte con el mundo; sobre todo con Internet y con el mundo cibernético, quedás como rengo. Si querés trabajar o hacer algo en la Red, algo de inglés tenés que saber. Inclusive para trabajar en la música, porque muchas veces los equipos que usamos son de afuera y las instrucciones están en inglés.
MARÍA: Lo que yo sé de inglés lo aprendí con la música, nunca estudié. Lo que puedo hablar lo aprendí leyendo las letras de las bandas que me gustan.
-El buen oído del músico debe ayudar a entender un poco más el inglés sin haberlo estudiado...MARÍA: (a Cristian) ¿A vos te cuesta un poco más, no?
CRISTIAN: A veces para componer hago las canciones como en un falso inglés, como en fonética.
-¿Es cierto que es más fácil hacerlo así?CRISTIAN: Para las melodías es más fácil.
MARÍA: Aparte, componer en inglés está bueno porque tiene muchas menos palabras. Todas suenan bien, todas suenan lindas. Todo lo que termina en "eishon"... "satisfeicshon", "distorshon"...
CRISTIAN: "¡Beibi!"
MARÍA: Pero el lenguaje castellano es mucho más rico, a mí me gusta cuando el castellano está bien hablado, cuando se emplean bien las palabras y se usa todo el amplio ramillete de palabras que hay. Me gusta leer un buen libro, está bueno eso también.
-¿Y cómo se plantean los temas de los que se va a hablar en un disco como Ailabiu, más allá del amor?CRISTIAN: Yo creo que el grupo estuvo acompañado siempre de una evolución espiritual y eso se puede ir viendo claro en cada disco que vamos haciendo. Hay como una búsqueda de la verdad y del camino, buscamos algo que nos haga bien y eso es lo que compartimos con la gente cuando hacemos una canción. No son así todas las canciones; no se puede generalizar porque es muy amplio el mundo de El Otro Yo. Está bueno porque nos satisface mucho cantar canciones que realmente sentimos y que transmiten algo que es, tal vez, un pensamiento nuestro. Eso a nosotros nos hace bien y es por eso que tenemos tanta energía para seguir adelante con el grupo. Eso es lo que te da la creatividad: saber que podés seguir haciendo canciones y diciendo un montón de cosas. Es muy importante tener siempre algo para decir y eso va surgiendo a medida que vamos evolucionando como personas. Cuando hablamos de los discos anteriores, yo pienso que me encantan y que me gusta volver a escucharlos; me dan ganas de tocar todos los temas viejos. Y cuando analizo alguna letra, me doy cuenta del momento en que la hicimos. La gente nos vio crecer dentro de este grupo. Lo bueno es que el grupo siempre se está reinventando con la gente que siempre estuvo y gustó de El Otro Yo. También hay jóvenes que están buscando algo nuevo y EOY propone, en cada disco, algo diferente. Creo que eso es un fuerte de la banda, porque es lo que a nosotros nos permite que nos entusiasmemos con la idea de encarar un disco. ¿Y ahora qué vamos a hacer? Y... no sé. Capaz que compramos dos equipos con palanca y hacemos todo con guitarra con palanca, o que Ricky, en vez de tocar la batería, canta y yo toco el saco; no sé... Puede pasar todo el tiempo y puede pasar en cualquier momento. Nos gusta divertirnos, jugar con eso, y así han salido cosas muy buenas.
-¿Y cuál de los temas de Ailabiu suena más renovado?MARÍA: Para mí, "Velero". Me encanta esa canción, lo que dice la letra; me gusta tocarla. Le encuentro un sonido muy actual y creo que el desafío de una banda a través de los años es ser actual, no quedarse en una fórmula y repetirse a sí misma, sino ir actualizándose. Y este tema lo siento como fresco, como de esta época.
-Todo Ailabiu tiene mucho de esta última década, pero vos, Cristian, hace algunos años, dijiste en varias notas que EOY es una banda de los 90, ¿creés que eso finalmente se modificó?CRISTIAN: Está bueno... Mirá, cuando sacamos Abrecaminos, en el 99, era casi 2000. Ahora sacamos Ailabiu en 2009, casi 2010. No creo en las coincidencias, pero me parece que este disco demuestra que el grupo sigue evolucionando y tiene un montón de cosas para dar y nos pone en un lugar si también fuéramos de la época, de la era 2000. También tiene que ver con la incorporación de Diego Vainer en el grupo y con no tenerle miedo a la tecnología. Ponele, el tema "Velero" suena nuevo y está evolucionado a nivel sonoro, pero temas como "Arriba", que sacamos en Abrecaminos, tienen que ver con la forma de un punteo de guitarra...
MARÍA: ...Son hermanos.
CRISTIAN: Son como hermanos con diferente evolución. Está bueno porque por ejemplo, "Arriba", es una canción que había compuesto yo, pero "Velero" es una canción que compusimos entre todos. Había una idea, la llevamos a la sala y la fuimos laburando, entre todos llegamos a algo que es sorprendente, es como un experimento.
MARÍA: Estamos haciendo otras versiones de algunos temas y en vivo van a sonar también diferentes. ¡Y seguimos experimentando!
Palabra clave: Célula madre"Célula madre recomponme, humanos perfectos. Célula madre inyéctame, el medicamento". Así empieza el tema de Ailabiu que pone en tela de juicio los discutidos avances de la medicina. Para Cristian, la letra "tiene que ver un poco con la realidad y un poco con la fantasía". "Lo de las células madre es un tema que es muy complejo porque se enfrenta con las religiones, con las creencias, con si el hombre puede ser Dios clonando gente.." ¿Cómo surgió la idea? "Todo empezó con el tema de los cordones umbilicales que hoy se pueden freezar para ver si en un futuro sirven para salvarte de enfermedades", dice Cristian. "Nosotros lo llevamos hacia un lugar exagerado en el que sólo va a poder acceder a eso la gente que tiene un nivel económico alto". Y María completa: "Es como un llamado de atención frente a tanta ambición, esa cosa del rico, poderoso, inmortal y que se jodan los pobres, que se mueran los negros. Está buenísimo hablar de la evolución de la ciencia, pero se están dejando de lado un montón de cosas que nadie las ve o nadie hace nada; hay un montón de plantas que curan enfermedades pero eso no salta porque sino caen un montón de corporaciones. Pero en algún momento va a saltar, porque si volvés a lo natural, ahí está todo".
Por Marianela Insúa Escalante // Fotos de Cecilia Salas // Revista Soy Rock, Mayo 2010